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UNA CAJA PARA LA MEMORIA
-AL ESPÍRITU INFINITO DE DON JORGE-

 
Hacemos un escrito coral, donde cada una de nosotras aporta una pincelada de emociones por la partida de un ser que se cruzó en nuestro camino para ser maestro, para sembrar esperanza, para acompañarnos. Un homenaje a un hombre de manos creadoras y espíritu amoroso, así inicia el coro Carolina, para un hombre de mirada serena, cuyos pasos transitaron por el amor, el trabajo y el cuidado.
 
Y continúa Ana Vargas presentando sus respetos a don Jorge, quien con su bondad y humildad guió nuestras manos y soñó con nosotras, siendo cómplice desde la hospitalidad, nos hizo partícipes de su gran casa como espacio de acogida, como refugio para los encuentros que con cuidado y afecto se hicieron posibles. En las actuales circunstancias del planeta, donde el covid nos ha separado de los seres que amamos, donde “el otro” nos representa el miedo a contagiarnos, don Jorge y su familia nos dispusieron su sala, su cocina y su patio para fabricar otra manera de dar abrazos.
 
Con Clara, Ana Restrepo, Daniela, Luisa Fernanda, Gloria Agudelo el coro se amplía para señalar que la proximidad que nos vinculó a don Jorge en estos tiempos duros de pandemia, nos hizo compañeros de siembra, su disposición y generosidad, conquistaron nuestro afecto, nuestro respeto, y nos hace hoy sentir su ausencia, por eso queremos hacer un tributo a su memoria, compartirlo con Anita Buitrago, nuestra amiga, compañera, colega, por quien nos mueve un sentimiento profundo de afecto, y fue por su mediación que hallamos el camino hacia su casa, donde encontramos a sus seres amados, a la familia que protege, que acompaña, que en todos momentos está presente, y es a esta familia a la que hoy queremos brindarle esta muestra de gratitud por la existencia de un hombre que nos enseñó en el encuentro la soberanía que la solidaridad ejerce sobre nuestras vidas.
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Ana Vargas trae a la memoria un cuento donde la vida es quien narra la historia de cada ser al que acompaña, en esta nos permite darnos cuenta que el existir nos convierte en caminantes que paso a paso dejan huella, aquí lo comparte entre todas nuestras voces, un trocito en honor a don Jorge y su saludo amable, su paciencia y delicadeza en compartir su sabiduría con nosotras:


"Soy la vida, soy la muerte
Elisabeth Helland Larsen
" La vida y yo habitamos juntas
en todos los cuerpos.
La vida y yo estamos en todo
lo que empieza y todo lo que se acaba.
Si me tienes miedo,
o se lo tienes a la vida,
puedo susurrarte una cosa en el Oído…

¡Amor!
El amor puede transformar la pena y el odio.
El amor puede visitarte todos los días.
El amor no muere, aunque se encuentre conmigo.
Porque puedo abrazarte 
cuando te arrepientas de algo que hiciste.
Puedo enseñarte la primavera
cuando necesites verla brotar.
Y puedo acompañarte cuando estés triste.
Siempre estoy contigo.
Y cuando más falta te haga,
puedo recordarte lo valioso que eres.”
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El coro sigue sumando voces para presentar nuestros respetos a su familia, para que con maestras/os de la Facultad de Educación que nos han acompañado en este proceso de Ollatón y Huertas Verticales, donde tuvimos la fortuna de conocer a don Jorge, a doña Nora de la mano de Anita Buitrago, y con ellos a toda la familia, hoy hemos querido manifestarnos para hacer compañía, es una manera de seguir construyendo juntas y de reconocer que en un momento difícil, cuando alguna de nosotras se despide, quienes aquí continuamos levantaremos esta coral para decir gracias por lo vivido, y demostrar que valió la pena.
 
Así la profe Ximena se une reconociendo y dando gracias, “admiración para la familia de don Jorge, que sea una posibilidad para agradecer por la existencia de él y por el regalo de haber coincidido en su hogar a través de este esfuerzo solidario con los habitantes de la comuna 8, su desinterés y disposición siempre estarán en nuestros recuerdos; toda la serenidad y fortaleza para Ana María y su familia”. Los profes Gerardo y Sergio presentan sus saludos respetuosos, la profe Bertica además del abrazo fraterno se une a este homenaje como un ritual de despedida para acompañar y cobijar afectuosamente a la familia.La profe Mariela da gracias por las enseñanzas amorosas y destina en sus palabras un acompañamiento fraterno, así como Nilva quien reconoce en toda esta hermosa familia el interés solidario por aportar a solucionar problemáticas sociales, no solo para beneficio propio sino para el bien de la humanidad, su expresión incluye la cercanía que la vincula desde el afecto y el reconocimiento a don Jorge como líder de la familia. Y de esta manera con el profe Hader y la profe Sandra, ofrendamos este pequeño tejido de palabras para que puedan ser abrigo y sirvan de presencia en un momento de despedida. Acompañándolos y agradeciéndoles, nos hacemos presentes a través de esta ofrenda que hemos decidido llamar Caja de la Memoria para un sembrador, para que cada planta represente el espíritu vivo de don Jorge entre nosotras, para que la luz de la vela sea su legado de solidaridad y de esta manera conservar la esencia de su vida. Una caja que dejamos en custodia a la familia para que se preserve su memoria. Cómo romper el silencio que deja la muerte, cómo salir de la perplejidad que se apodera de nuestras emociones, cómo ser oportunos para decirle a toda la familia que cuentan con nosotras y que desde el alma los acompañamos. Por ahora reciban nuestras palabras que pretenden ser refugio y esperanza. Buen viaje don Jorge, nos queda su memoria.
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Grupo Comuna 8
Semillero Expedición Dignidad
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