Todos y todas cocinando un país incluyente y democrático el 20 de julio de 2021.
OLLAS EN RESISTENCIA – OLLAS DE INDEPENDENCIA
Si bien la marcha es la primera acción para darle sentido a la ciudadanía, debemos iniciar la sedentarización y constancia de este ejercicio ciudadano sobre las calles, para generar un concierto de voces que mantengan activo el ágora, donde no cedamos el espacio a las viejas amenazas. Las ollas pueden constituirse en ese lugar de llegada de las marchas, para dar inicio a conversaciones reposadas, que se mantengan y que nos involucren a todas/os, ya no en el nomadismo de la marcha, sino a través de la sedentarización de las ollas, como construcción colectiva, para comprender que esta situación nos involucra a todas/os quienes vivimos en este país, y es por esta razón que proponemos continuar nuestro ejercicio político con las ollas populares, haciendo de las calles un ágora social, y que mejor que continuar con las ollas que ya se han venido estableciendo, e invitar a otras/os ciudadanos a que se unan a esta intención de establecer tejido social, a construir un proyecto de país, cocinando juntas/os en uno de los días de mayor importancia para nuestra existencia como república independiente, el 20 de julio.
Una olla popular también es la necesidad del encuentro de una comunidad, de establecer tejido social. En estos momentos difíciles para todas/os, no solo enfrentamos dificultades económicas que ya de por sí hacen difícil el acceso a una buena alimentación para muchos/as de nuestros paisanos/as, también nos enfrentamos al aislamiento que nos ha dejado esta pandemia, a visiones individualistas de los múltiples países que nos convienen pero aun no nos ponemos de acuerdo en el país que debemos construir para que quepamos todas/os, y la olla popular puede ser el paso inicial para encontrar el camino de una interesante conversación nacional donde nos convidemos a cocinar una nación solidaria.
La definición de las sopas como elaboración, materializa nuestro razonamiento colectivo, contiene el territorio. El cuenco de barro depositario del agua, el fuego y lo que produce la tierra, genera el acento que nos aproxima a una determinada geografía. La sopa es el vientre tibio que reproduce la vida, la misma que una mujer habrá de cocer para ofrecerle a quienes ama. La sopa es verdaderamente contraria al hambre, a ella le entregamos la confianza de sostenernos. Si todo se ha agotado lo importante es que haya sopa para poder ofrecer, para compartir, para circular, nos
hidrata y nos brinda sostenibilidad.