Enrutante
Nuestro caminar está guiado por alimentos que se transforman en una puerta de entrada a múltiples conexiones, interacciones, ellos operan como enrutantes porque nos guían, se vuelven un hipertexto para comprender dinámicas que a su alrededor se han ido tejiendo al convertirse desde la semilla en comida. Son orientadores de preguntas, relatos, recetas, cartografías, mercados, entre otras variables con las que nos encontramos de forma cotidiana. Su condición multidimensional se hace presente cuando abrimos las preguntas, ya que a fuerza de tenerlos tan cerca obviamos su existencia porque nos resulta más que imposible no verlos diariamente, advertimos entonces razonamientos que necesitan des-entrañarse, y donde claramente nuestro papel como sujetos es sabernos.
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La ruta se anuncia en la convergencia de alimentos que nos son comunes a quienes integramos el semillero, el maíz, con nuestra recetas a base de esta planta que se materializa en infinidad de alimentos para nuestra mesa, y uno de ellos tan indispensable y próximo que nos cuesta no asociarlo a lo que somos como cultura: la arepa.
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De la misma manera que el maíz para éste Semillero en la convergencia de nuestros días, encontramos en los otros territorios de la ruta expedicionaria plantas y productos recurrentes, con los que nuestros amigos nos ofrendaron y que también hacen parte de su cotidianidad, de esta manera se convirtieron en enrutantes para seguir abriendo puertas y pensándonos. Por ejemplo, en el caso de Esfuerzos de Paz 1 nos encontramos con la panela, en Guapante Abajo, además de la panela, el cacao y en Churidó Pueblo, el arroz. Se han convertido así en cuatro alimentos que hacen parte del recorrido (maíz, arroz, panela y cacao), y nos han permitido unir territorios, escuelas, maestros y estudiantes.
Del maíz hemos aprendido la raíz ancestral, desentrañando la historia, además de saber lo que esta planta ha implicado para el planeta, y las ganancias que ha prodigado a grandes corporaciones, del significado que ha adquirido para los desarrollos del capitalismo. Enrutarnos a través del maíz nos ha puesto en el escenario económico y globalizado, indicándonos que lo que comemos entraña una decisión política.
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En el caso de los otros tres enrutantes, por ejemplo el arroz, además de ser el encuentro con Churidó Pueblo, y en general con la Región, paradójicamente bananera de Urabá, nos ha mostrado un cereal indispensable para razonar sobre el hambre, pero también sobre las civilizaciones, nos ha mostrado la distancia que hay cada vez más grande entre la cosecha y la mesa. Territorios disponibles para cosechar extensamente lo que quienes cultivan no se comerán, y alimentos que requerimos de manera indispensable y debemos recorrer una distancia muy grande para adquirirlos, es el caso igualmente de la panela y el cacao para Guapante Abajo y de la panela para Esfuerzos de Paz 1 para quienes son enrutantes porque son aguardados en la mesa en forma cotidiana, pero que hoy llegar hasta ellos representa unas lógicas de mercado cada vez más enredadas, difíciles y separadas para los territorios que los requieren.